Fungicidas

Las enfermedades fúngicas representan una amenaza constante para el rendimiento y la calidad de los cultivos. Esta categoría engloba soluciones técnicas orientadas a prevenir y controlar estos patógenos de forma eficaz, como parte de una estrategia integrada de protección.

Fungicidas

VIVANDO

FUNGICIDA Fungicida selectivo para el control del oídio en viña y hortícolas.

Fungicidas: defensa estratégica frente a enfermedades fúngicas en los cultivos

Los fungicidas son una herramienta esencial en la sanidad vegetal, orientada a la prevención y control de enfermedades causadas por hongos patógenos que afectan a estructuras vitales de las plantas, como hojas, tallos, raíces y frutos. Estas enfermedades, si no se controlan adecuadamente, pueden provocar mermas importantes en la productividad, calidad comercial y viabilidad de los cultivos, comprometiendo la rentabilidad de la explotación.

Modos de acción y tipos de intervención

Los fungicidas se clasifican según su modo de acción y el tipo de control que ejercen. Algunos actúan de forma preventiva, creando una barrera protectora sobre la superficie vegetal que impide la germinación de esporas o la penetración del hongo. Otros tienen un efecto curativo, es decir, actúan una vez que la infección ya ha comenzado, deteniendo el desarrollo del patógeno. Existen también fungicidas con acción erradicante, capaces de eliminar el hongo en estadios avanzados de la enfermedad.

En cuanto a su movilidad, pueden ser de contacto (actúan únicamente donde se aplican) o sistémicos (se absorben y se redistribuyen internamente por los tejidos vegetales), lo que les permite proteger nuevas áreas de crecimiento. Esta diversidad permite una intervención flexible y adaptada a las condiciones agronómicas y sanitarias de cada cultivo.

Uso racional en programas de protección integrada

El empleo de fungicidas debe integrarse en un programa de gestión integrada de enfermedades, que incluya medidas culturales, selección de variedades resistentes, rotación de cultivos y monitoreo fitopatológico. La aplicación de estos productos debe basarse en criterios técnicos, considerando factores como la sensibilidad del cultivo, la presencia de condiciones predisponentes (humedad, temperatura), y el historial sanitario de la parcela.

La rotación de materias activas con diferentes modos de acción es una práctica clave para evitar la aparición de resistencias, un fenómeno que puede reducir significativamente la eficacia de los tratamientos y limitar las opciones de control a largo plazo.

Aplicación técnica y condiciones óptimas

Para maximizar su eficacia, los fungicidas deben aplicarse en el momento adecuado del ciclo del cultivo y bajo condiciones ambientales que favorezcan su acción sin comprometer la fitotoxicidad. La uniformidad de cobertura, la calidad del agua, el volumen de caldo y la calibración del equipo de aplicación son variables críticas que influyen directamente en el resultado del tratamiento.

Su empleo está especialmente indicado en etapas fenológicas sensibles o ante la presencia confirmada de enfermedades como mildiu, oídio, roya, alternaria o botritis, cuya propagación puede acelerarse rápidamente en condiciones propicias.

Información técnica y regulación normativa

Cada fungicida autorizado está respaldado por una ficha técnica detallada que especifica su composición, modo de acción, cultivos autorizados, dosis recomendadas y plazos de seguridad. Esta documentación es fundamental para asegurar una aplicación ajustada a los requerimientos legales y técnicos, garantizando la seguridad del operario, del consumidor y del entorno.

Producto añadido para comparación.
Consentimiento de cookies